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Infantil y deporte: color, juego y energía en el corazón del parque

Un parque que respira vida

Dentro del Parque Príncipe de Asturias, en el interior de sus muros, se esconde un conjunto de murales que llenan de color y alegría este espacio tan transitado por niños, familias y deportistas. Bajo el nombre Infantil y deporte, estas intervenciones artísticas se realizaron entre 2020 y 2021 por varios autores, en una iniciativa que apostó por el arte como complemento del juego y la actividad física.

Murales que crecen con los más pequeños

Los murales no están en la fachada visible desde la calle, sino en la cara interna del parque, rodeando las pistas deportivas y zonas de recreo. Esto les da un carácter más íntimo y cercano, casi como si formaran parte del mundo de los niños que juegan allí dentro.

La temática es clara: infancia y deporte. Las paredes se llenan de personajes dinámicos, juegos, balones, bicicletas, risas y colores que transmiten vitalidad y movimiento.

Arte como parte del juego

Estos murales no solo decoran, forman parte del entorno lúdico. Para muchos niños del barrio, son el fondo de sus carreras, sus partidos de fútbol, sus paseos en bici o sus primeras caídas con el patinete.

Y para los padres, son también una forma de conectar con un espacio que ha crecido con sus hijos.

Además, al estar dentro de un parque, los murales dialogan con los árboles, los bancos, los columpios y las pistas, integrándose perfectamente en la experiencia diaria del lugar.

Estilo y técnica

  • Al ser obra de varios autores, el estilo es diverso: desde ilustraciones más infantiles hasta trazos más urbanos o conceptuales.
  • Predominan los colores vivos, las figuras en movimiento y los elementos fácilmente reconocibles por el público más joven.
  • Los murales se adaptan a los distintos tramos del muro, creando una narrativa visual continua que acompaña todo el recorrido del parque.

Curiosidades

  • Es uno de los espacios más utilizados por los colegios cercanos, tanto para recreo como para actividades deportivas, por lo que los murales se han convertido en parte del día a día escolar del barrio.
  • Algunos personajes representados fueron elegidos en talleres participativos con niños, haciendo que se sientan aún más parte del entorno.
  • Es habitual ver a familias sacándose fotos con los murales como fondo, especialmente en celebraciones infantiles o torneos escolares.

Un espacio que educa, divierte y embellece

Infantil y deporte es un ejemplo de cómo el arte puede integrarse en los espacios públicos no solo para embellecer, sino para acompañar el desarrollo físico, emocional y social de una comunidad.

Un conjunto de murales que no solo se ven: se viven, se juegan y se recuerdan.

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