El comercio tradicional: un mural que guarda los sueños de toda una vida

Un rincón lleno de historias

En plena Plaza Maestro Nebreda, el mural El comercio tradicional convierte una fachada urbana en una ventana al pasado —y también al presente— del pequeño comercio en Aranda de Duero. Esta obra fue realizada en dos fases, con la participación de distintos artistas locales, y es un homenaje directo a quienes, desde detrás de un mostrador, han dado vida a nuestras calles durante generaciones.

Dos etapas, una misma esencia

  • Primera fase (2020): Fue llevada a cabo por el colectivo Garabatos Morato (Óscar Martínez), Nano (Fernando Arribas Lázaro) y la ARA (Agrupación Ribereña de las Artes).
  • Segunda fase (2023): Continuada por la propia ARA, ampliando y completando el mural con nuevas escenas y elementos que enriquecen el mensaje.

Ambas fases comparten un mismo hilo conductor: recrear aquellas antiguas tiendas de ultramarinos, carnicerías, panaderías y colmados que han sido parte del alma de Aranda. Pero también mirar al presente, a esos nuevos emprendedores que, con la misma ilusión, siguen apostando por abrir la persiana cada día.

Escaparates que cuentan vidas

Cada escena del mural nos transporta a una época distinta, pero todas comparten algo: la sensación de entrar a una tienda donde te conocen por tu nombre.

Hay fruterías con balanzas clásicas, estanterías de madera llenas de botes, mostradores donde no solo se compra, sino que se charla, se comparte y se crea comunidad.

Una dedicatoria a los valientes

El mural no se limita a ser nostálgico. También es una dedicatoria a quienes comienzan con todo por hacer. Porque, como bien reza una de sus frases más representativas:

“Dentro de un comercio, o un negocio, se encuentra el sueño de toda una vida.”

Es una frase sencilla, pero que lo resume todo: detrás de cada tienda hay una persona con un proyecto, con ilusión, con miedos y con esperanza. Y eso merece ser visibilizado.

Estilo y técnica

  • El mural combina el talento de varios artistas, lo que le da un estilo coral, lleno de detalles, texturas y variedad cromática.
  • Se apoya en el realismo y la ambientación nostálgica, pero también en una mirada amable hacia el presente.
  • Cada tienda pintada parece tener vida propia, y es fácil imaginarse entrando en ellas, como cuando éramos pequeños.

Curiosidades

  • Es uno de los murales más extensos y colaborativos de Aranda, tanto por el número de artistas como por el tiempo de ejecución.
  • Muchos vecinos afirman reconocer en los dibujos tiendas reales que ya no existen, lo que lo convierte en una especie de “archivo visual” del comercio local.
  • También sirve como reclamo para los comercios actuales de la zona, reforzando el valor del consumo de proximidad.

Un mural con alma de barrio

El comercio tradicional no es solo un mural: es una carta de amor al pequeño negocio, ese que ha resistido crisis, modas y pandemias. Es una obra que pone en valor a los comerciantes de siempre y a los de ahora, a quienes no solo venden productos, sino que venden cercanía, confianza y humanidad.

Una parada imprescindible para quien quiera entender por qué Aranda de Duero no se construyó solo con piedra… sino también con mucho trabajo detrás del mostrador.

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