Fuente de Fuenteminaya: agua, barro y memoria ribereña

Un manantial a orillas del Bañuelos

La Fuente de Fuenteminaya se encuentra a escasos metros del río Bañuelos, en un entorno natural y tranquilo, muy próximo al histórico Puente de Fuenteminaya. Su manantial ha sido durante siglos un punto de agua fresca y vital para los habitantes del barrio y para los caminantes de la ribera.

Origen y relación con la alfarería

La fuente toma su nombre de este paraje donde antiguamente existía una alfarería tradicional. No es casual: el agua del manantial, junto a las tierras arcillosas del entorno, resultaban ideales para la elaboración de piezas de barro. Esta vinculación entre agua y oficio marcó la vida económica de esta zona.

Un entorno recuperado

Hoy en día, la fuente y su entorno han sido parcialmente restaurados como parte de los paseos fluviales del Bañuelos, recuperando su valor paisajístico y su papel como espacio de encuentro y descanso al aire libre.

Curiosidades

  • La fuente brota de un manantial natural que durante siglos abasteció tanto a personas como a oficios locales como la alfarería.
  • Está vinculada al Puente de Fuenteminaya, un puente medieval que también ha sido objeto de trabajos de conservación.
  • El lugar formaba parte de los antiguos caminos de entrada a Aranda desde el este, siendo un punto de parada habitual.

Un lugar donde el agua moldeaba el barro

La Fuente de Fuenteminaya es uno de esos rincones que aún guardan el espíritu artesanal de Aranda. Donde antes fluía el agua para dar forma al barro, hoy fluye la memoria. Un remanso sencillo pero lleno de historia, perfecto para detenerse y respirar.

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