Lerma, la villa ducal de Castilla
A tan solo 40 km de Aranda de Duero (unos 30 minutos en coche), se alza Lerma, conocida como la villa ducal por el impresionante legado que dejó el Duque de Lerma en el siglo XVII. Este municipio burgalés conserva uno de los conjuntos históricos más elegantes de Castilla y León, con su plaza mayor porticada y su imponente Palacio Ducal.
Un paseo por la historia
Lerma destaca por su cuidada arquitectura y por la huella del Barroco español. Entre sus rincones más emblemáticos encontramos:
- El Palacio Ducal, hoy Parador de Turismo, construido por Francisco de Mora, discípulo de Juan de Herrera.
- La Plaza Mayor, una de las más grandes de España, escenario de ferias, eventos y espectáculos taurinos en el pasado.
- Los conventos, como el de San Blas o el de las Clarisas, que refuerzan la identidad religiosa y cultural de la villa.
- Los arcos y pasadizos, que unían edificios nobles y conventos, dotando a Lerma de un aire de ciudad palaciega.
Tradición y ambiente
Lerma se ha convertido en un lugar de encuentro cultural y festivo. Sus calles acogen mercados medievales, conciertos y recreaciones históricas que devuelven a la villa el esplendor de su pasado. Además, es un destino muy vinculado al turismo enológico y gastronómico, dentro de la D.O. Arlanza.
Gastronomía
La cocina de Lerma está marcada por la tradición castellana: cordero lechal asado en horno de leña, embutidos artesanos y dulces conventuales que se pueden adquirir en sus conventos. Todo ello, acompañado de vinos de la Ribera del Arlanza.
Entorno natural
El entorno de Lerma invita a disfrutar de la vía verde del Arlanza y de paseos junto al río. También es un excelente punto de partida para visitar pueblos con encanto de la comarca.
Un destino cercano desde Aranda
Por su proximidad y su monumentalidad, Lerma es una escapada perfecta desde Aranda de Duero. Un lugar donde historia, gastronomía y tradición se funden en una experiencia única, ideal para una excursión de medio día o de jornada completa.
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