Bar Santamaría: almuerzos con sabor de siempre

Un clásico arandino para los de buen almuerzo

Si hay algo que define al Bar Santamaría, es su barra bien surtida, el ambiente de siempre y ese olor irresistible que sale de su cocina cada mañana. Este bar, situado junto a la Iglesia de Santa María, es uno de esos sitios donde almorzar no es solo una costumbre: es un ritual diario.

No hay trampa ni cartón. Aquí se viene a lo que se viene: a comer bien, pronto y con fundamento.

El bacalao y la oreja: la dupla infalible

Entre sus especialidades, hay dos nombres que destacan por encima del resto y que son casi marca de la casa: el bacalao rebozado y la oreja rebozada. Ambos se sirven como pincho o ración, y han convertido al Santamaría en parada obligatoria para muchos arandinos (y visitantes con buen olfato).

El bacalao, con su rebozado dorado y jugoso, es un clásico que nunca falla. Y la oreja, tierna y sabrosa, con ese punto perfecto entre textura y sabor, es de las que convencen incluso a los que dicen que no son de casquería.

Para almorzar como Dios manda

El ambiente del bar es de esos que recuerdan al de los bares de antes: barra viva, clientela fiel, camareros que ya saben lo que vas a pedir antes de que hables, y ese sonido de cocina activa que te hace salivar.

Ya sea a media mañana, de vermú o para empezar el día con algo contundente, el Bar Santamaría es un acierto seguro si lo que buscas es sabor casero, sin florituras y con alma.

Detalles y curiosidades

  • Famoso por sus almuerzos de barra y platos tradicionales.
  • Especialidades: bacalao rebozado y oreja rebozada, servidos en pincho o ración.
  • Ambiente de bar auténtico, con clientela habitual y trato cercano.
  • Ideal para empezar el día con fuerza o disfrutar de un buen vermú.
  • Suele llenarse a media mañana: señal de que lo están haciendo bien.

Un bar sin postureo, con mucho que ofrecer

El Bar Santamaría es de esos lugares donde el sabor es el protagonista y la costumbre manda. Un sitio donde se come de pie, en la barra, charlando, y con esa satisfacción que solo dan los almuerzos bien hechos.

Si lo tuyo es empezar el día con energía (y sabor), ya sabes dónde te espera el bacalao y la oreja más famosos del barrio.

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